Falsos Todoterrenos

Estamos equivocados con los SUVs

Este tipo de vehículo, aunque sea el más vendido del mundo, es el que más dolores de cabeza genera

Un BMW X3 subiendo por una pista nevada. Fuente: Ramon Martí
Un BMW X3 subiendo por una pista nevada. Fuente: Ramon Martí
Ramon Martí Gimeno Ramon Martí Gimeno

Desde el inicio de los 2000, los SUVs se han ido asentando como el vehículo favorito de la población mundial. Un dato inocente a primera vista, pero terrible una vez empiezas a rascar. Los SUVs (vehículo utilitario deportivo) son un “jack of all trades” no son muy buenos en nada pero tampoco son terribles en ningún aspecto, lo que los hace sosos, e imperfectos en casi todos los escenarios.

Si desglosamos lo que busca una persona en un vehículo para el día a día encontramos mayoritariamente seguridad, facilidades para la conducción, comodidad, diseño, tecnología, funcionalidad y precio. Punto por punto iremos quitando el maquillaje a estas máquinas sobrevaloradas, que hacen más peligrosas las carreteras y más sucias nuestras ciudades.

La seguridad de los SUV es una paradoja continua que perjudica al comprador sensato. La gente tiene miedo de tener accidentes en compactos o sedans porque hay menos espacio entre el impacto y ellos. Su respuesta es comprarse un coche más grande para estar más “a salvo” lo que causa que las otras personas se sientan intimidadas por su coche y respondan comprando uno aún más grande, en un ciclo sin fin que ha hecho que en las últimas décadas hayan crecido casi un 20%. Un choque entre dos SUVs grandes será ligeramente mejor que uno entre dos compactos, pero un SUV contra un compacto será crítico para este último.

Percepciones alteradas

Las facilidades para la conducción es donde más patinan los SUV. En su contra tiene la física más simple del mundo. Más peso y centro de gravedad más alto= peor estabilidad y mayor inercia. Mucha gente asegura que el SUV es más cómodo que un coche normal y hasta alomejor es verdad, pero a la que llegue una simple curva tanto en autopista cómo carretera b, van a notar muchas más molestias y falta de control. La solución es endurecer las suspensiones, causando que sea incómodo en carretera abierta y notando más las imperfecciones de esta rompiendo el propósito. No hay solución efectiva que no sea una suspensión adaptable de miles de euros.

La comodidad, como acabo de comentar, es una falsa percepción de los SUV. Ciertamente si tuviéramos carreteras y autopistas perfectamente rectas serían mejores, de ahí que en Estados Unidos causan sensación. En España y Europa las carreteras no son así, y en largas distancias el coche se sentirá menos aplomado que su contraparte sedan. 

En lo que hace diseño simplemente son desproporcionados. Alguno hay bonito, e imponente, pero en ningún caso es la norma. Un coupe, wagon o hatchback es objetivamente más sexy y deportivo. Tecnológicamente no hay mucho que hablar, comparten plataforma y gadgets con sus hermanos más bajos, siendo en la mayoría de casos idénticos tecnológicamente.

Otra percepción muy incorrecta es que tienen capacidades off road. Hoy en día prácticamente ninguno tiene esta habilidad, muchos ni son 4×4. Funcionalmente son muy calcados a un coche normal, con maleteros con algo más de volumen y una posición de conducción más alta, pero sacrificando todo lo mencionado previamente. 

El Volkswagen Tiguan Country, uno de los pocos SUVs bien balanceados. Fuente: Ramon Martí

Y por último está el precio, que en mi opinión es de los más cómico de todo este tema. Al final del día muchos SUV comparten la misma plataforma y elementos con otros vehículos más bajos, pero tienen un precio de 2.000€ a 7.000€ más elevado que estos. Al final el mercado manda, pero si crees que puedes vivir con 50L menos de maletero y sin unas capacidades off road inexistentes te urjo a buscar una alternativa al famoso SUV.

Ramon Martí Gimeno

I’m a Journalism student in Abat Oliba CEU. I’m passionate about riding anything with wheels that puts a smile on my face and traveling around the world, but doing both at the same time is the real deal. I’m a harcore defender of the quote “It’s not about the destination, it's about the journey”.